Alertan sobre represalias de la directora, deficiencias sanitarias y vulneración de derechos fundamentales
Santo Domingo, República Dominicana.- decenas de interna del Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres (CCR-2) han presentado una extensa denuncia sobre presuntas irregularidades en dicha institución penitenciaria.
Las privadas de libertad reporta múltiples deficiencias que van desde la falta de atención médica hasta supuestas amenazas por parte de la dirección del centro.
Según la denuncia, el centro carece de insumos médicos básicos como termómetros, tensiómetros, mascarillas y medicamentos esenciales. “No hay ni siquiera acetaminofén. La frase favorita es ‘no hay'”, señala una de las internas, Madelin Calderón Payano.
Calderón también denunció presuntas represalias por parte de la actual directora, Yadira de los Santos, quien supuestamente la amenazó con afectar su expediente si continúa realizando denuncias o solicitando su libertad condicional. “Me advirtió que pondría un asterisco en mi conducta y daría malas referencias cuando la magistrada las solicite”, afirma.
Entre las situaciones más preocupantes destacadas en la denuncia se encuentran:
– Precarias condiciones sanitarias, incluyendo una severa infestación de roedores
– Deficiencias en el servicio de alimentación y el economato
– Presunto tráfico de sustancias prohibidas por parte del personal
– Sanciones desproporcionadas a las internas
– Falta de seguimiento a casos médicos urgentes
– Problemas con el sistema de aguas residuales
Calderón, quien dice haber sido instrumental en casos previos como el de una interna con cáncer terminal que finalmente pudo despedirse de su familia, manifiesta preocupación por posibles represalias. “Si por decir la verdad y denunciar doy motivos para ser trasladada, estoy preparada”, declara.
La denunciante hace un llamado a las autoridades competentes, especialmente a la magistrada jueza de la ejecución de la pena de San Cristóbal, para que investigue estas alegaciones. “Somos presas, pero somos seres humanos. Por favor, no nos dejen desprotegidas”, concluye en su testimonio.
Las autoridades penitenciarias aún no se han pronunciado sobre estas acusaciones que, de confirmarse, representarían graves violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de libertad.