En uno de los talleres de Sociología de la Comunicación que dimos en CAESCO, nos dimos cuenta de cómo en esta era digital, con tantas redes sociales y medios de comunicación, la manera en que recibimos y compartimos noticias ha cambiado un montón.
Pero, mira, aunque hay influencers por todos lados y la gente comparte info al instante, eso no significa que los periodistas estén obsoletos. Al contrario, su rol sigue siendo super importante en nuestra sociedad.
La cosa es que, aunque cualquiera puede compartir lo que quiera en las redes, eso no asegura que la info sea buena, verdadera o tenga contexto. Ahí es donde entran los periodistas, con su ética y formación, pa’ filtrar, investigar y verificar lo que nos llega, dándonos un cuadro confiable de lo que está pasando.
Claro, hay periodistas que dejan que desear, pero eso no significa que todos sean así. Y compararlos con los influencers es como comparar mangos con piñas. Los influencers pueden tener mucha gente que los sigue, pero su enfoque es más en el show y la personalidad. Los periodistas van más allá, buscando objetividad y profundidad en la info que nos traen.
La confianza en la info que recibimos es clave, y los periodistas, cuando siguen sus códigos éticos y estándares profesionales, ayudan a construir y mantener esa confianza. El periodismo de verdad se basa en la integridad y la verificación rigurosa, algo que no siempre vemos en las redes sociales.
Así que, aunque el mundo digital ha cambiado mucho la forma en que nos informamos, el papel del periodista sigue siendo insustituible. Necesitamos a esos profesionales que nos den una perspectiva sólida y ética en medio de este mar de info que nos llega por todos lados. La democratización de la info no reemplaza, sino que resalta, la importancia continua del periodismo comprometido con la verdad y la integridad.
Basado en: El rol Irreemplazable del periodista en la Era de la comunicación digital por Miguel Otañez