¡Buenas noticias en medio de la adversidad! Las seis monjas y sus compañeros secuestrados el pasado viernes en Haití fueron liberados el miércoles, según confirmaron las emisoras locales Radio Metronome y Radio RFM 104.9. ¡Un alivio que se siente en el corazón!
Imagina la alegría de la Iglesia Católica al recibir la noticia. Las Hermanas, pertenecientes a la congregación de Santa Ana, regresaron a casa sãs y salvas. “¡Por ahora ya regresaron a casa, le damos gracias a Dios por eso!”, expresó con alivio una fuente cercana a la Iglesia Católica al #métronome.
Radio RFM, por su parte, confirmó la liberación de las seis monjas y las personas que las acompañaban. La Iglesia y sus feligreses pueden respirar tranquilos. ¡La esperanza ha vuelto!
Estos actos desgarradores, perpetrados por hombres armados, parecían un capítulo oscuro en la historia reciente de Haití. Exigían tres millones de dólares a cambio de la libertad de estas almas bondadosas. Sin embargo, la incertidumbre sobre si se pagó esa suma nos deja en vilo.
Las monjas, junto con el conductor y otro pasajero, fueron secuestrados en una avenida céntrica, en las proximidades del Palacio Presidencial. La noticia llegó hasta el Vaticano, y el Papa Francisco, al finalizar el rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro, hizo un ferviente llamado por su liberación y por el cese de la violencia que afecta al querido pueblo haitiano.
La Archidiócesis de Puerto Príncipe y la Conferencia haitiana de Religiosos convocaron a una jornada de oración, invitando a todos los fieles a formar una cadena de oraciones incesantes por la liberación de los secuestrados y sus familias. La unión de la fe y la solidaridad se convierte en una luz en medio de las tinieblas.
El aumento de secuestros en Puerto Príncipe y las carreteras nacionales ha sembrado el terror en los últimos meses en Haití. Entre agosto y octubre de 2023, se reportaron 360 secuestros, y el país enfrenta una escalada de ataques mortales de bandas en la capital, controlando una gran parte de la misma.
A pesar de la difícil situación, la liberación de estas monjas nos recuerda que la esperanza y la fe pueden superar incluso los momentos más oscuros. ¡Bienvenidas a casa, valientes mujeres de Dios! Que este episodio sirva como un llamado a la unidad y la solidaridad en la búsqueda de la paz en Haití. ¡